Mari Paz Corominas recomienda XPERTSUN Supreme y cruza a nado el estrecho
Mari Paz Corominas cruza a nado el estrecho confiando en la protección solar XPERTSUN Supreme SPF 50+ de SingulaDerm. Una profesional que recomienda la protección solar alta y segura.
A sus 65 años, ha conseguido lo impensable para muchos: cruzar el estrecho de Gibraltar en 4 horas, 1 minuto y 55 segundos, después de casi medio siglo de ser la primera española en disputar una final olímpica en México 68.
La nadadora lo ha hecho junto a su hermano Juan y dos amigos (Quique Sentis y Pepe Raventós), quienes se han convertido en el primer grupo de nadadores con más de 60 años en cumplir este reto. Y no solo eso, sino que también ha contado con el apoyo de SingulaDerm.
La que fue la primera finalista olímpica española en los 200 metros espalda en 1968 ha decidido utilizar XPERTSUNTM Supreme SPF 50+ para la ocasión. La mejor elección gracias a su elevada protección fotodérmica. Además, su emulsión fluida ultraligera transforma las propiedades naturales de la piel en un verdadero escudo fotoprotector de amplio espectro (UVA/UVB/IR). Y no solo eso, sino que su exclusiva combinación de filtros fotodérmicos y convencionales proporciona a la piel la máxima protección solar. Sin parabenos y apto para todo tipo de pieles, Corominas ha podido disfrutar de una travesía bajo la protección de XPERTSUNTM Supreme SPF 50+, gracias, también, a su increíble resistencia al agua.
Pero para la nadadora no siempre fue todo tan fácil. Mari Paz Corominas tenía 16 años cuando llegó a la final olímpica en México 68. En aquella época, los nadadores profesionales no tenían todas las facilidades que se les presentan hoy en día: dietista, representantes, psicólogos y fisioterapeutas. Tampoco había ayudas ni becas. Por eso, Corominas siempre se ha considerado una nadadora amateur. Además, los prejuicios de aquella época también pesaban sobre sus hombros. Más de una vez, escuchó cómo las amigas de su madre se sorprendían cuando le dejaban dedicarse a lo que para ella se había vuelto su pasión, asegurando que “se le iba a poner cuerpo de hombre”. Incluso a ella misma, en más de una ocasión, le dijeron que nunca tendría novio.
Pero no fue así. Con 21 años terminó sus estudios y su carrera como deportista. Se casó y tuvo tres hijos. Ahora, abuela de seis nietos, ha decidido llevar a cabo este reto de forma solidaria con el objetivo de recaudar fondos para Proactiva Open Arms, la ONG que se dedica a rescatar los miles de refugiados que se juegan sus vidas a diario cruzando el mar.