¿Sabías que nuestro cuerpo y, muy especialmente nuestra piel, muestra su mejor aspecto cuando mejor nos econtramos? La piel también revela si en nuestro interior hay algún problema. Una de las advertencias más notables se refleja en nuestra cara.
Nuestro cutis puede decir mucho sobre nuestro estado de salud, puesto que es un gran indicador de nuestros hábitos, costumbres y rutinas.
El cuerpo humano se ha desarrollado a lo largo de millones de años y ha acumulado una
inteligencia extraordinaria. Así, la inteligencia del cuerpo y de la piel (invisible, pero innegable) es un buen punto de acercamiento a las dimensiones ocultas de la vida. Por ejemplo, muchas veces, los granitos o las imperfecciones en la piel aparecen debido a diferentes desajustes hormonales o a determinados hábitos como fumar, llevar una vida sedentaria o no comer todo lo sano que deberíamos. Como hemos visto, el cuerpo es inteligente, y una de las formas que tiene para alertar es mostrando estos signos en la piel. Por lo tanto,
la epidermis es una delatora casi perfecta sobre si tienes hábitos alimentarios saludables, si la limpias con las rutinas adecuadas, si duermes bien... Pero también de lo contario: revela si fumas, bebes, comes mal o no la cuidas.
Es por esto que resulta tan
importante pensar en los productos de cuidado faciales como una necesidad, no un lujo. Otro aspecto a tener en cuenta es que no hay nada mejor para la piel que tener unos buenos hábitos alimenticios. Las frutas y verduras deben consumirse a diario para proporcionar vitaminas y minerales en el cuerpo. La piel también necesita antioxidantes y proteínas para poder luchar contra los efectos del sol o la contaminación. No olvides tampoco tomar al menos 1 litro de agua al día, para mantener la piel hidratada desde dentro, ya que el agua también ayuda a lavar las toxinas de debajo de la piel.
Si es importante comer bien, resulta imprescindible dormir aún mejor. Además de recargar energía y recomponer los músculos, mientras dormimos se reparan y crean nuevos tejidos y células. Por ello,
cuando el sueño se reduce en calidad o cantidad, el cutis se resiente. Para luchar contra los problemas para dormir resulta interesante realizar ejercicio físico regularmente, que además nutre la piel con oxígeno y nos ayuda a eliminar toxinas.
Finalmente, vale la pena recordar que la elasticidad de la piel y las concentraciones de
componentes como el colágeno y la elastina se ven alterados por el tabaco, lo que provoca arrugas prematuras. Esta es la razón esencial por la que los fumadores suelen tener más arrugas que un no fumador.